La agricultura ha tenido muchos cambios tecnológicos en estas últimas décadas, destacándose la presencia de drones en la producción agrícola. Para muchos son juguetes voladores, para otros un voyeur peligroso, para otros un arma de guerra o una herramienta laboral, como para los medios de comunicación. Ahora, mediante la Inteligencia Artificial (IA), el mundo agropecuario puede mejorar su productividad con la ayuda de la tecnología.
El trabajo de la IA en materia de producción agrícola ayudaría a volver a la misma más sofisticada, además de mecanizar diferentes subrutinas propias de la actividad. La llegada de la tecnología, particularmente con el dron como eje central de diversas actividades, apunta a dar muchas esperanzas a los agricultores. La cobertura de grandes hectáreas, el monitoreo del tiempo y hasta del suelo puede ayudar en mejorar la productividad.
Los drones para cambiar la agricultura
Los Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT) o los drones ofrecen una amplia gama de posibilidades a la producción agrícola. El mapeo de campos, el monitoreo de cultivos y enfermedades, la vigilancia de plagas o la eficiencia de la irrigación, son algunas de las posibilidades que el campo tiene con la IA aplicada en un dron. Dentro de la lista de beneficios se pueden sumar la aplicación precisa de plaguicida, como así también localizada o en áreas de difícil acceso para las grandes maquinarias.
Los países asiáticos han sido los que más sumaron el uso de drones en la agricultura. En parte, por una mejora en la regulación del marco operativo y legislativo en la utilización de los VANT. La agricultura digital promete ser una esperanza para mejorar la productividad y el espacio cultivable.