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Investigadores trans piden a Google que no los den por muertos

El motor de búsqueda de Google Scholar está preocupando a los investigadores trans por algunos cambios que entienden que los perjudica. La plataforma de búsqueda académica más importante se ha puesto en sintonía con otras herramientas de búsqueda y editores. Tess Tanenbaum se declaró transgénero un 4 de julio de 2019, y desde ese momento iniciaron los problemas cuando se pretendía buscar información sobre las investigaciones realizadas antes de su cambio de vida.

Buscar enterrar un antiguo nombre, sobre todo cuando se cuenta con actividades en materia investigativas, es algo muy difícil. En el caso puntual de Tess, que había llevado a cabo publicaciones sobre el diseño de juegos y la narración de historia. En la primavera de 2020 empezó todo cuando Tanenbaum, dando clases en la Universidad de California, otorgó algunos de sus trabajos anteriores a sus alumnos para utilizar en la tarea. Cuando una estudiante empleó Google Scholar, un servicio que el gigante tecnológico cuenta para buscar literatura académica, se encontró que las publicaciones con ese nombre daban al autor por muerto.

La cruda realidad de los investigadores trans

La clase, que era virtual, tuvo un momento de zozobra cuando el nombre del investigador en cuestión aparecía como muerto. Frente a toda la clase se publicaron los datos de la vida anterior de Tess. Aunque no hubo una intención dañina de la plataforma, Tanenbaum contó al respecto que: “Tuve esta profunda respuesta traumática y comprometió mi capacidad para evaluar al estudiante”. Tess ha sido una de los tantos académicos que han tenido que instar a Google, en los últimos años, a que las personas tengan más control sobre cómo el servicio trabaja con sus nombres. 

Al igual que ella, muchos otros han levantado la voz criticando por como Google Scholar somete a los académicos e investigadores trans. Principalmente, ante la mención no deseada de la inclusión, en muchos casos traumática, del nombre de las personas transgénero previamente a que se llevase adelante la transición. Tanenbaum también comentó que “Google Scholar sigue siendo una fuente de daño continuo y activo para cualquiera que cambie su “nombre”, especialmente para las personas transgénero”.

Nuevas políticas para solucionar un nuevo problema

Actualmente, Google Scholar permite que los investigadores cambien su nombre tal como aparece en su página de perfil. Allí, los académicos seleccionan una lista de sus publicaciones y actualizan los nombres de los autores en los artículos, en caso de que un editor haya realizado alguna actualización. Sin embargo, aunque una persona pueda haber ejecutado un cambio de nombre, el motor de la plataforma puede mostrar el nombre anterior que aparecía en los documentos que se han actualizado.

La política de cambio de nombre de la empresa ha dejado a Scholar por fuera de la sintonía de lo que proceden las principales editoriales, otros motores de búsqueda académicos y laboratorios nacionales. Más de 60 editoriales cuentan con alguna política que otorga, a los investigadores transgénero, el derecho a modificar su nombre en todos los trabajos publicados anteriormente, tal es el caso de los gigantes Elsevier y Springer. Un caso similar le pasó a la investigadora Robyn Speer, al momento de pedir las actualizaciones de su nombre en 2019, allí descubrió que sitios como Semantic Scholar, ResearchGate y el motor de búsqueda de Internet Archive eliminaron su nombre en menos de una semana. Esta situación en revistas y actas de congresos puede llevar varios meses.