Durante la última semana, los aviones de Boeing han sido protagonistas de una serie de incidentes preocupantes, desde emergencias en pleno vuelo hasta fugas de líquido hidráulico y ruedas que se desprenden durante el despegue. Estos eventos han dado lugar a una nueva teoría conspirativa que circula entre ciertos sectores de la derecha y la extrema derecha: la idea de que los accidentes de Boeing son deliberados, como parte de un plan global para socavar la civilización occidental.
Un ataque a la reputación de Boeing
Es importante destacar que algunos conspiradores sostienen que los problemas de Boeing son el resultado de una supuesta promoción de la diversidad por parte del fabricante de aviones. Esta teoría sugiere que la compañía está sacrificando la seguridad y la calidad de sus productos en aras de agendas políticas y sociales. Además, se afirma, incluso, que los accidentes podrían estar siendo orquestados para favorecer la ascensión de competidores chinos en el mercado aeronáutico.
Estas ideas se originaron a principios de año, después de que una parte de un avión de Alaska Airlines, construido por Boeing, explotara en pleno vuelo. Desde entonces, figuras de la extrema derecha han insistido en que la inclusión de políticas de diversidad, igualdad e inclusión (DEI) en el ámbito laboral ha llevado a la contratación de tripulaciones de vuelo no calificadas, poniendo en riesgo la seguridad de los pasajeros.
Acusaciones y una amplia difusión en línea
James Lindsay, conocido por difundir teorías de conspiración, sugiere en un podcast que Boeing podría estar deliberadamente destruyendo su reputación y calidad como empresa. Además, insinúa que los ejecutivos de Boeing podrían estar motivados por aumentar sus bonificaciones personales a través de la implementación de políticas ESG.
La difusión de esta teoría no se limita a figuras públicas, sino que se ha extendido por diversas plataformas en línea, desde redes sociales hasta foros de extrema derecha. Asimismo, las acusaciones infundadas de sabotaje por parte de Boeing se han mezclado con retórica política y social, alimentando el temor y la desconfianza entre ciertos sectores de la sociedad.
En este orden de ideas, Donald Trump Jr. ha aprovechado la situación para argumentar que la aparente declinación de Boeing es un símbolo del declive de la civilización occidental, atribuyendo el problema a políticas que él considera ridículas, como las de diversidad e inclusión.
Cabe mencionar que, aunque Boeing ha declarado estar cooperando con las investigaciones sobre los incidentes recientes y ha reiterado su compromiso con la diversidad, igualdad e inclusión; las teorías conspirativas persisten y continúan siendo difundidas en línea por individuos y comunidades de derecha.
Finalmente, hay que decir que la falta de pruebas sólidas para respaldar estas afirmaciones no ha disuadido a quienes las promueven, lo que subraya los peligros de la desinformación y el extremismo en la era digital. Es crucial abordar estos problemas con responsabilidad y promover un diálogo informado y constructivo sobre cuestiones de seguridad y política en la industria aeronáutica.
