Grandes cambios se han vivido con la tecnologĆa en la vida al volante de un camiĆ³n durante estas primeras dĆ©cadas del siglo XXI. La codicia corporativa y el caos de la cadena de suministro tambiĆ©n son factores que han llevado a la transformaciĆ³n de cĆ³mo vive un camionero en este nuevo siglo. Vivir en un remolque de 18 ruedas, con paradas donde conviven decenas de camiones, hace de sĆ a una comunidad, con sus particularidades. Muchas veces, estos vehĆculos, transportan desde animales, granos, petrĆ³leo o hierba por las rutas del mundo.
Varias hectĆ”reas con camiones comerciales poseen a los mismos detenidos toda la noche y generando un relacionamiento particular. Cada lugar del mundo cuenta con sus advertencias, ante amenazas climĆ”ticas, inseguridad en los estacionamientos y situaciones conflictivas. Sin embargo, tambiĆ©n se suelen vivenciar muchos momentos de socializaciĆ³n. Particularmente, por ser gente mayor que deben descansar en las noches, por la letra entropĆa que ha venido siendo provocada por la mala alimentaciĆ³n y dĆ©cadas de estar sentados.
El camiĆ³n como modo de vida
Los camiones se han venido tecnificando con el paso del tiempo, tanto para manejarlos como para pasar tiempos en ellos. Las cabinas han ido evolucionando al punto de ser, en algunos vehĆculos, hasta verdaderos monoambientes totalmente equipados. Toda la tecnologĆa del siglo XXI se entremezcla con muchas situaciones que mantienen vivas las tradiciones de dĆ©cadas pasadas.
En este aspecto, contamos con rondas de guitarras cantando, al estilo karaoke, viejas canciones y hasta himnos. A esto se suma o se entremezcla con la tecnologĆa, las creencias religiosas y los momentos de diversiĆ³n entre los grupos de camioneros en esos momentos de relax.
Hoy un camiĆ³n no es aquella mole indomable, en gran parte por las mejoras mecĆ”nicas y tecnolĆ³gicas que se han sumado a los mismos. La vida de camioneros, vinculada a las rutas largas, es muy sacrificada y la tecnificaciĆ³n ha ayudado a darle importantes mejoras. Las modificaciones, en muchos paĆses, sobre las normativas de trĆ”nsito han llevado a que los profesionales del volante cuenten con mucho tiempo muerto y horas obligatorias de estar detenidos.
Sacrificio y vocaciĆ³n
Los mĆ”s veteranos siempre llevan consigo los recuerdos de una Ć©poca donde la caracterĆstica era el andar cansino y el ruido atronador. Camiones casi inmanejables que eran difĆciles de dominar sin el doble embrague y la necesidad de una fuerza hercĆŗlea para dominar el volante. Pero hoy en dĆa, las diferentes comodidades y los adelantos tĆ©cnicos, ya no exigen al fĆsico en la conducciĆ³n de estas grandes moles del transporte.
Hoy, las grandes mĆ”quinas que manejan los camioneros se convierten en una labor gratificante. Primero, por no tener que estar largos perĆodos fuera de casa, salvo excepciones y, por cĆ³mo, la tecnologĆa, acercĆ³ las partes con las diferentes aplicaciones y servicios de mensajerĆas. La vocaciĆ³n de la vida del camionero ha tenido a la tecnologĆa como una aliada para hacer de su āestadĆaā en la carretera algo lleno de disfrute. A esto sumarle las mejoras de las rutas, como asĆ tambiĆ©n de las apps que posibilitan reconocer el mejor y mĆ”s corto camino. Como asĆ tambiĆ©n cuĆ”l es el mejor lugar de estadĆa para el descanso o donde hay otros camioneros para compartir un momento de descanso.