La Inteligencia Artificial (IA) viene cada vez ocupando más áreas, en este caso, abordaremos la temática de la transcripción de audios. Con un boom de app que se dedican a transformar nuestros audios a textos, aparecen las reacciones de los suscriptores ante cambios. Un ejemplo de esto es el servicio de transcripción Otter. El mismo modificó sus tarifas y, ante esto, se generó una oleada de consternaciones por parte de sus usuarios.

La IA aplicada a la voz
Esta situación preocupa a mucha gente que hace un uso laboral de esta herramienta de transcripción de audios. Particularmente a los periodistas, que suelen usar esta herramienta, los nuevos límites comienza a preocupar por la cantidad de horas disponibles para las entrevistas. También la situación es mirada con recelo por profesionales, muchos médicos registran sus visitas con estas herramientas para luego poder estudiar con mayor tranquilidad la transcripción.
La principal diferencia en estos servicios, especialmente cuando hay gratuitos o pagos, es cómo se lleva adelante la transcripción. En el ejemplo de Otter, se cuenta con un motor de IA y también con transcriptores humanos. El que emplea la Inteligencia Artificial es menos costoso, aunque todavía no cuenta con mucha precisión. En tanto, las transcripciones realizadas por personas son más lentas y con mejor precisión. Sin embargo, actualmente las IA vienen ocupando cada vez más lugar en este tipo de herramientas, ya sean gratuitas o de pago.
