Investigadores del gigante tecnológico construyeron una Inteligencia Artificial (IA) para conseguir una mejor redistribución del dinero en los Estados Unidos. El documento, presentado en la revista Nature, por investigadores de DeepMind de Google, demuestra una preferencia de los usuarios. Los experimentos apuntan a un trabajo sobre la red neuronal profunda, para que reparta de manera más equitativa el dinero.
Bajo el nombre de “juego de bienes públicos”, la propuesta estaba organizada en diferentes rondas. En cada una de ellas se debía mantener una dotación monetaria o, caso contrario, contribuir con un determinado monto a un fondo colectivo. Sobre ese fondo generado, la IA participará con un mecanismo de distribución que estaría centrado en cada persona. Este se terminó imponiendo por otros sistemas económicos creados por humanos.
Una IA con conciencia económica social
El programa generado con la Inteligencia Artificial apunta a una política igualitaria mayormente liberal. El mismo cuenta con una intención de reducir las disparidades de ingresos preexistentes. Para ello, compensa a los diferentes jugadores en aquella proporción entre su contribución y la “dote” recibida. El mecanismo trabaja de forma progresiva. Esto quiere decir, que busca maximizar la eficiencia entre los que recibieron menos y los que cuentan con una mayor dotación inicial.
Los métodos tradicionales difieren mucho de los proyectos ideados con IA, particularmente por su enfoque autoritativo de “verdad básica”. Con la Inteligencia Artificial se pretendió la construcción de sistemas compatibles con los previstos por los humanos. En cierto aspecto, lo propuesto por la IA se puede visualizar, en menor escala, con lo que realizan muchas organizaciones comunitarias o de ayuda mutua.