Es posible que muy pronto la inteligencia artificial, juegue un papel muy importante a la hora de tratar la depresión. Dado que, sería posible elegir qué terapias le funcionan mejor a cada paciente. Esto, según un estudio divulgado por la revista Nature Biotechnology.
La investigación, está siendo desarrollada por expertos del Centro Médico de Investigación UT Southwestern, de EE.UU. Esta, busca mostrar de qué forma las estrategias tecnológicas pueden ayudar a los especialistas a dar con un diagnóstico objetivo y así, poder prescribir los tratamientos correctos para tratar la depresión.
La forma como se tratará la depresión será una revolución para el campo de la psiquiatría
Los científicos afirman que las herramientas como la IA, los escáneres cerebrales y los análisis de sangre, serán una gran revolución en el campo de la psiquiatría
Según el psiquiatra Madhukar Trivedi, quien está a cargo del ensayo clínico:
“Estos estudios han sido un éxito mayor de lo que nadie en nuestro equipo podría haber imaginado”.
En el estudio, se llevaron a cabo pruebas con más de 300 pacientes con depresión, elegidos al azar. A estos se les suministró placebo o un SSRI (inhibidor de serotonina), que es la forma de antidepresivo más conocida. Además, los científicos utilizaron un electroencefalograma (EEG) con el que cuantificaron la actividad eléctrica en el lóbulo frontal de cada participante, antes de iniciar el tratamiento.
Además, desarrollaron un algoritmo para analizar los datos del EEG y así poder predecir qué pacientes van a beneficiarse de la medicación en un plazo de dos meses.
La investigación logró revelar que la IA no solo predijo de manera exacta resultados. Sino que, también mostró que los pacientes en los cuales había dudas sobre si responderían a un antidepresivo, pudieron mejorar su condición con otras intervenciones como fisioterapia o estimulación cerebral.
Según el profesor de psiquiatría de la universidad de Stanford Amit Etkin, quien colaboró en el desarrollo del algoritmo:
“Este estudio parte de previas investigaciones, y muestra que podemos predecir quién se beneficia de un antidepresivo, y lo lleva al punto de la utilidad práctica”.
El proyecto evaluó a los pacientes con padecimientos específicos, como desórdenes depresivos severos mediante escáneres cerebrales, varios test de ADN y muestras sanguíneas, para lo cual Trivedi añadió:
“Afrontamos esto pensando si no será mejor identificar al comienzo de un tratamiento, qué tratamientos serían mejores para cada paciente”.
Además, que:
“Puede ser devastador para un paciente que su medicamento para tratar la depresión no funcione. Con esta investigación se muestra que ya no tienen que soportar el doloroso proceso de ensayo error”.
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