Las firmas como Google y Amazon, son dos de los gigantes tecnológicos que avanzan en la obtención de contratos que se vinculan con la defensa de los países. Estas situaciones avanzan pese a que los trabajadores han protestado por estar ligados con los gobiernos y sus asuntos de defensa nacional. La principal queja se encuentra vinculada a lo que viene siendo el trabajo de estas compañías con trabajos en la nube con el gobierno israelí.
En estos últimos días el epicentro de quejas estuvo en diferentes oficinas de Google y Amazon. Ciudades como San Francisco, Nueva York, Carolina del Norte o Seattle fueron receptoras de movilizaciones de trabajadores y simpatizantes. Cánticos y carteles fueron la manera de protestar contra los movimientos que estas compañías tecnológicas tienen con los gobiernos mundiales. Muchas organizaciones vinculadas a los derechos palestinos también se sumaron a estas protestas. Los movimientos fueron tomando fuerzas una vez conocido el contrato de computación en la nube bajo el nombre Project Nimbus, entre las firmas tecnológicas y el gobierno de Israel.
El avance global de los gigantes tecnológicos
El sitio The Intercept ha publicado una serie de documentos sobre Google y su contrato sobre tecnología. El mismo incluye inteligencia artificial, detección de rostros, análisis de video y de sentimientos. Los opositores a este tipo de acuerdos temen que el ejército de Israel pueda ampliar la vigilancia sobre los palestinos. Esto se puede dar en territorios ocupados y también, el temor a la violación de los derechos humanos en la región.
Atle Erlingsson, portavoz de Google Cloud, planteó por correo electrónico que la plataforma está enorgullecida por su trabajo colaborativo con diferentes gobiernos, dentro de ellos el propio Israel. Erlingsson tomó la posta y acusó a los manifestantes por tergiversar de lo que trata el Proyecto Nimbus. El portavoz expresó que “nuestro trabajo no está dirigido a cargas de trabajo militares altamente confidenciales o clasificadas”.
Sin embargo, tuvo que reconocer que el contrato proporcionará acceso militar de Israel a toda la tecnología de Google. Por su parte, Amazon se ha mantenido en silencio o, por lo pronto, su respuesta ha demorado más de lo esperado en llegar a los medios de comunicación.
Situaciones pasadas
Esta situación hizo recordar lo vivido por Google en 2018. En aquel momento fueron miles de trabajadores los que debieron firmar una carta por el contrato de la empresa con el gobierno estadounidense. El denominado Proyecto Marvel vinculaba al gigante tecnológico con un contrato de vigilancia con drones para el Pentágono. Este contrato llevó a que docenas de empleados hagan denuncias del arreglo, que tuvo protestas hasta de académicos, dentro de los cuales se destacó Larry Page, exasesor de Stanford del cofundador de Google.
Finalmente, Google debió no renovar el contrato con el gobierno norteamericano. A esto se sumó que tuvo que publicar un conjunto de principios sobre la Inteligencia Artificial, que tuvo como destino un planteamiento a las guías éticas en la actividad. Ahora sucede lo mismo con el Proyecto Nimbus, donde varios empleados se vienen oponiendo por el incumplimiento que se realizan de algunas promesas. Particularmente, las que tienen que ver con violaciones a información o la vigilancia de personas, algo que cuenta con la mirada de Human Rights Watch y Amnistía Internacional.