¿El envejecimiento está llegando a su fin?

¿El envejecimiento está llegando a su fin?

El sueño de la vida eterna es el gran anhelo de una humanidad desde tiempos ancestrales, donde siempre ha procurado retrasar el envejecimiento. Un genio en materia de genética, que trabaja en Harvard, ha señalado que podemos vivir más de 120 años. Para que esto sea posible necesitamos algunos suplementos vitamínicos y un cambio en el estilo de vida. Todo apunta a que el hombre del siglo XXII conocerá a muchos descendientes.

David Sinclair es el científico que afirma que “la vejez es una enfermedad” y, por lo tanto, puede ser curada. A tal punto cree esto, que ha aseverado que los bebés de esta década estarán en los primeros años del siglo próximo. El genetista, en una nota publicada por medios especializados de tecnología, apuntó a que las generaciones no nacidas tendrán muchos años por delante.

La raza humana aún no ha alcanzado la comprensión necesaria para detener el proceso de envejecimiento. Sin embargo, avanza más rápido de lo que se esperaba en este punto. Pero cada vez más son los biólogos que entienden que se puede detener la vejez. El primer punto estaría relacionado con medicamentos, suplementos, dietas y ejercicios. Ese sería el punto de partida para que la adultez sea un problema tratable, una enfermedad. Esto significa, entiende Sinclair, que él mismo puede llegar a leer sus artículos en los albores del siglo XXII.

Dejar atrás el envejecimiento

Qué tan factible es alcanzar el festejo de cumpleaños número 125. Años atrás, pensar un 2019 con gente gozando de buena salud a edad avanzada parecía algo absurdo. Solo en la Biblia aparece gente con verdadera longevidad en los inicios de los tiempos. Diferentes enfermedades atienden los especialistas, van atentando contra una vida de muchos años. Algunos, con buena genética, acompañada con dieta y buenos bolsillos, pueden llegar en buena forma a los 90 años. Pocos son los afortunados que podrán aparecer en los medios como sonrientes al festejar su centenario de vida.

Aquellos que, hoy en día, pueden pasar los 110 años comienzan a convertirse en mitos. En 2019, la persona más anciana del mundo era Kane Tanaka, de Japón, cuando alcanzó los 116 años y terminó falleciendo en abril de este año. Alcanzando el logro de ser la segunda persona más longeva de la historia, por detrás de Jeanne Calment, que falleció a los 122 años, en 1997. Claro que esta historia estuvo rodeada de mitos y dudas, cuando un gerontólogo señaló que la hija de Calment había tomado su lugar para alcanzar ese récord.

La vida eterna o no tanto

Sinclair, que tiene 50 años pero aparenta 30, espera llegar vivo al 2100. Esto implica que tendría unos 132 años de edad. El biólogo planteó que:

“A principios del próximo siglo, se puede decir que una persona que tiene 122 años el día de su muerte ha vivido una vida plena, aunque no particularmente larga”.

Durante este siglo XXI fueron varios los gurús que aparecieron con la intención de vencer al envejecimiento. El avance de la biotecnología ha sumado su “granito” de arena. Aquí surge la medicina regenerativa, con productos nuevos que esperan extender la esperanza de vida de la raza humana.