Varias instituciones están investigando en la utilización de la energía solar como fuente única de alimentación, aportando soluciones al cambio climático.
Las que están trabajando juntas son el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (también reconocido como ICMM-CSIC) y el Instituto de Óptica (IO-CSIC).
La Unión Europea colabora en la investigación de la energía solar aportando dinero
Todos estos organismos colaboran en el programa “Adaptación”. Este se ha creado para investigar en la creación de nuevos dispositivos que ayuden a evitar las crisis climática facilitando la adaptación a la utilización de energías menos contaminantes. La Unión Europea financió esta investigación con 3,6 millones de euros.
¿Qué harán estos nuevos dispositivos que utilizan energía solar?
Las herramientas creadas por el equipo de investigación absorberán la energía solar. Luego la transformarán en electricidad. Han querido equipar a las máquinas de un sistema de enfriado especial que les permitirá evitar pérdidas de energía. El objetivo es que sean herramientas sostenibles.
El proyecto lo liderará el CSIC, la International Iberian Nanotechnology de Braga en Portugal, la Universidade do Minho del país luso y la Universidad de Vigo, en Galicia.
Sus investigadores explican lo que quieren hacer
Pedro David García, investigador en el ICMM-CSIC, explicó que la mayoría de dispositivos de energía solar, como los paneles, suelen perder eficiencia cuando adquieren más temperatura.
Según su razonamiento, “la integración de tecnologías fotovoltaicas o de captación de energía solar son incompatibles con tecnologías que permitan una gestión de la temperatura de forma eficiente”.
Ahora lo que ellos buscan es combinar todo en un único material. De esta manera pretenden asegurar una buena respuesta térmica, aprovechando al máximo la energía solar natural.
Para lograr sus objetivos se han apoyado en la biología cuántica. La inspiración que ha tenido el equipo se basa en el proceso natural de la fotosíntesis. Sara Núñez-Sánchez explicó que las plantas sobreviven gracias a que ellas saben transportar la energía gracias a fenómenos cuánticos no triviales.
Algo que ellos quieren imitar en el dispositivo en el que están investigando. Por eso, el aparato podrá absorber la luz natural del sol y transportarla, teniendo capacidades de control térmico.
La naturaleza, la idea base del proyecto
Para lograrlo, imitarán las estructuras del tejido fotosintético natural a nivel molecular generando materiales nuevos que formarán la estructura original del dispositivo.
Martín López, investigador del INL, explicó que todas “las estructuras” que utilizarán tendrán su origen en la naturaleza, ya que ellos se inspirarán en los sistemas naturales para conseguir sus objetivos.
Rosalía Serna del IO-CSIC, agregó que estudiarán que tipo de nanoestructuraciones serán las más adecuadas, observando como la luz reaccionará ante el material. Para el proceso de enfriamiento del dispositivo, los científicos emularán los procesos que hace la Tierra en zonas desérticas.
Se sabe que los nanodispositivos que desarrollarán serán flexibles. También que recubrirán con comodidad cualquier tipo de superficie plana como las paredes y los techos de los vehículos.
Tendrán una doble función: aportarán energía y mantendrán la temperatura estable, condiciones estupendas para ayudar a terminar con los problemas energéticos de estos últimos años. ¿Qué os parece la idea?