El estado de California ha dado un paso pionero al convertirse en la primera región en regular los datos neuronales, estableciendo un marco legal que obliga a las empresas tecnológicas que trabajan con actividad cerebral o nerviosa a proteger esta información con las mismas garantías que otros datos personales. Esta medida llega en un momento crucial para la evolución de la tecnología, donde el control neuronal se presenta como un avance clave en el desarrollo de nuevas interfaces.
Un marco legal necesario para una tecnología emergente
La ley, firmada por el gobernador Gavin Newsom, marca un hito en la regulación de la actividad neuronal, un tipo de datos que cada vez está más presente en el desarrollo de nuevas tecnologías. Un ejemplo reciente es el Project Orion de Facebook, unas gafas de realidad aumentada que incluyen un brazalete neuronal como sistema de control. Este dispositivo es capaz de registrar los impulsos nerviosos en la muñeca, permitiendo al usuario controlar las gafas con pequeños gestos.
¿Cerebros conectados a internet? Solo el futuro nos dará la respuesta
Además de Meta, otras compañías como Neuralink, fundada por Elon Musk, están explorando interfaces cerebro-máquina con aplicaciones que van más allá de la tecnología de consumo. Neuralink está desarrollando implantes cerebrales que, en el futuro, podrían permitir a personas con parálisis controlar extremidades mecánicas o dispositivos como un ratón de ordenador mediante su actividad cerebral. Los primeros pacientes de estos implantes ya están logrando mover el cursor en la pantalla, mostrando el potencial de esta tecnología para mejorar la vida de personas con discapacidades.
La protección de los datos neuronales
Hasta ahora, los datos neuronales no estaban regulados de manera específica, lo que generaba preocupación sobre su posible uso indebido. Aunque algunos expertos consideraban que esta información podría clasificarse como datos biométricos, no había un marco legal claro que ofreciera las protecciones necesarias. La nueva ley equipara los datos neuronales a otros datos médicos, otorgándoles las mismas garantías de protección y prohibiendo su acceso o venta a terceros sin consentimiento.
El avance de esta legislación es crucial, ya que cada vez más startups en Silicon Valley están trabajando con sensores neuronales asequibles para desarrollar aplicaciones en campos como la meditación y la salud mental. Estos sensores permiten recopilar información sobre la actividad cerebral para ayudar a los usuarios a mejorar su bienestar mental o gestionar el estrés. La nueva normativa asegurará que estas innovaciones se desarrollen en un marco ético y seguro.
El veto a la ley de regulación de inteligencia artificial
Además de regular los datos neuronales, California ha estado a la vanguardia en la creación de leyes que aborden el uso de inteligencia artificial (IA). Sin embargo, el gobernador Newsom también ha tomado la decisión de vetar la primera ley estadounidense que regularía la IA, conocida como SB 1047. Esta ley tenía como objetivo imponer medidas estrictas a las empresas tecnológicas responsables de grandes modelos de lenguaje, como los que se utilizan en aplicaciones como ChatGPT.
Startup quiere desarrollar auricular para observar el cerebro humano
Según Newsom, el veto se debe a la falta de claridad en la aplicación de la ley y a la preocupación de que podría frenar la innovación. El gobernador explicó que, aunque la ley tiene buenas intenciones, no distingue entre los sistemas de IA de alto riesgo y aquellos que realizan funciones más simples, lo que podría imponer restricciones innecesarias incluso en aplicaciones que no representan un peligro. Esta decisión ha generado un debate en Silicon Valley, donde muchos temen que regular la IA demasiado pronto podría dar una ventaja a otros países, especialmente a China, en el desarrollo de herramientas avanzadas de inteligencia artificial.
Un futuro regulado para las nuevas tecnologías
La regulación de los datos neuronales y la decisión de vetar la ley de IA reflejan el complejo equilibrio que las autoridades deben mantener para fomentar la innovación sin comprometer la seguridad y privacidad de los usuarios. La actividad cerebral y los sistemas basados en inteligencia artificial están transformando rápidamente la manera en que interactuamos con la tecnología, y California, como epicentro de muchas de estas innovaciones, está marcando el camino para asegurar un desarrollo responsable de estas herramientas.
Aunque la regulación de la IA ha sido aplazada, la nueva ley sobre datos neuronales es un avance significativo que ofrece mayor seguridad para los usuarios y pone el foco en la necesidad de proteger la información más sensible en un mundo donde la tecnología continúa fusionándose con nuestra biología.