Billy Mitchell, poseedor del récord de Donkey Kong, ha sido señalado como un “tramposo” luego que analistas forenses presentaran un informe al respecto. El récord mundial del reconocido juego del “Kong” siempre ha estado en tela de juicio como una de las mentiras más grandes de la historia. Un grupo de expertos aseguran que el puntaje alcanzado por Mitchell se realizó en un emulador y no en un hardware original. Esta situación no hace más que acusar a Billy de haber hecho trampa en este clásico del mundo de los videojuegos.
Siempre hubo mucha polémica en torno a Billy Mitchell, un reconocido jugador que ostenta varios récords en máquinas de arcade clásicos, como es el caso de Donkey Kong y Pac-Man. Esta situación lo llevó a ser protagonista de un documental, King of Kong. Sin embargo, muchas personas de la comunidad de games retros y arcades han presentado su reparo a la veracidad de los logros de Mitchell. La organización Guinness World Record supo despojar de sus éxitos a Billy Mitchell, aunque luego debió revocar la decisión.
Billy Mitchell y una duda eterna
El último análisis técnico realizado establece que los registros de Mitchell en Donkey Kong, van de 1.047.200 a 1.050.200. El análisis técnico estuvo a cargo de Tanner Fokkens, un ingeniero en hardware y jugador competitivo en el juego en cuestión. Fokkens contó, además, con el respaldo de otros cinco expertos en el análisis que se realizó sobre esta situación. La verdadera controversia nace cuando Mitchell se presentó como el poseedor del récord en el hardware arcade original del famoso juego del “mono”. Sus críticos afirman que en verdad se utilizó un MAME, o sea, un emulador que es reconocido como una forma lícita de jugar.
El tema radica en que, todo se registra en dos plataformas diferentes que también se reconocen en categorías distintas al momento de los registros. Durante su informe, Fokkens manifestó que “las partituras MAME que se hacen pasar como provenientes de la sala de juegos original están descalificadas”. El ingeniero y jugador del Donkey Kong planteó su análisis centrado en las diferencias entre el hardware original y el emulador. Aquí se evaluó la orientación de video, las transiciones de pantalla, el uso de la cámara alta con relación al escaneo de la memoria de video y lo que es la división horizontal en uno o más lugares de la imagen. Este análisis se realizó con base en las cintas de grabación que Mitchell presentó al momento del reclamo de sus puntuaciones.
Fokkers, en sus declaraciones con la plataforma Motherboard, planteó que las “transiciones” son una huella digital que la plataforma deja sobre los detalles del juego. Esta situación generaría una prueba irrefutable que, desde 2018, se permite conocer con el uso de las transiciones. Estas se registran cuando el juego pasa de pantalla que antecede al propio escenario del juego. Es allí cuando la CPU, explicó Fokkens, que se dibujan los elementos gráficos del escenario en la memoria del video. Los emuladores, nacidos para utilizar los juegos arcade en las PC’s, fueron generando una disciplina diferente con relación a los juegos físicos de las casas de videojuegos.