Después de 2 semanas de incertidumbre, la Nasa recuperó el contacto con Voyager 2, la sonda enviada al espacio en 1977. Actualmente se encuentra a más de 19.900 millones de kilómetros, por lo que ha salido más allá del sistema solar y con destino desconocido.
El 21 de julio se enviaron una serie de comandos erróneos que hicieron que la posición del Voyager 2 cambiara lo que interrumpió la comunicación entre las antenas de la NASA y la sonda espacial. No podían enviarse comandos hacia el Voyager y tampoco se recibían datos desde la nave espacial. El equipo de la misión iba a esperar hasta el mes de octubre, en donde se iba a producir un restablecimiento de la orientación automatizado. Sin embargo, se intentaron algunas maniobras que fueron exitosas para recuperar el contacto antes.
¿Cuál fue el motivo de la pérdida de contacto con la sonda Voyager 2 y cómo se restableció?
A mediados de julio se enviaron a la histórica sonda espacial comandos planificados pero que, por error, hicieron que la antena de comunicación del Voyager 2 se desviara por 2 grados. Esta desviación ocasionó que se interrumpiera las comunicaciones entre las antenas terrestres de la Red de Espacio Profundo (DSN) de la NASA y la sonda espacial.
El primero de agosto se utilizaron múltiples antenas y la DSN logró detectar una señal proveniente del Voyager 2. La misma era demasiado débil, pero una prueba que la nave estaba activa y en funcionamiento. Ante esto, el equipo de la misión iba a intentar utilizar una de las antenas del DSN para realizar una especie de grito a la sonda para enviar el comando de esa manera y que gire la antena para corregir la desviación.
Este intento fue exitoso y se utilizó la instalación de Canberra en Australia para mandar el grito interestelar para ordenarle al Voyager que reoriente su antena. Se demoraron 37 horas en determinar si la estrategia había funcionado, ya que, por la distancia en donde se encuentra la sonda, había un tiempo de luz unidireccional de 18,5 horas.
Finalmente, el día 4 de agosto, la sonda espacial comenzó nuevamente a enviar información y datos científicos y de telemetría, un indicador más que muestra que la estrategia rindió sus frutos. La NASA informó posteriormente que la comunicación se restableció de manera completa con el Voyager 2.
¿Cuál es el futuro de esta sonda espacial?
A principios de este año, Linda Spilker, una de las científicas del proyecto Voyager afirmó que los datos de la sonda más valiosos son los que envía mientras más se aleje del Sol. De esta manera, se busca mantener la mayor parte de los instrumentos científicos en funcionamiento el mayor tiempo posible. LA distancia al a que se encuentra ahora la sonda le permite enviar información sobre radiación en el espacio interestelar y hasta donde llega la protección de la energía y las partículas del sol en el cosmos.
El principal problema de esto es que se trata de naves que fueron lanzadas hace más de 46 años. El combustible de energía nuclear se está agotando, por lo que la NASA apagó una parte del instrumental científico y las cámaras. A esto se le suman las fallas que están experimentando, lo que hace suponer que es momento de pensar cuánto tiempo más va a durar la misión.