Está comprobado que cada vez es más el tiempo que pasamos inmersos en nuestros teléfonos móviles, ya sea revisando los mensajes de WhatsApp, disfrutando de Instagram o incluso trabajando. Revisar el móvil, se ha vuelto como una adicción, el tema es bien complejo, pero si no me crees te recuerdo este artículo que lo demuestra, adictos a internet:millones de personas sufren con la vida “offline” Ahora bien, de la hiperconexión, a parte de todas las cosas que puede desencadenar, trae consigo una factura muy grande que hay que pagar: los efectos negativos en nuestro cuerpo.
Sébastien Thebault es un experto en ergonomía de la Universidad de Caen Basse- Normandie, en Francia. Y nada mejor que una persona experta en diseñar artículos con el fin de que coincidan con las características fisiológicas, anatómicas y psicológicas del ser humano, para que nos indique de qué forma es que revisar el móvil muchas horas al día tiene consecuencias directas e indirectas.
¿No puedes parar de revisar el móvil en todo momento? Ten cuidado, algunas de estas cosas ya te pueden estar pasando
Empecemos con las consecuencias directas que, según Thebault tienen que ver con los micro movimientos constantes de los pulgares, que finalmente perjudican las articulaciones. Posteriormente, comenzará a aparecer el síndrome del túnel carpiano, cuyos síntomas son entumecimiento, hormigueo o daño muscular.
Además, de todos los dolores de cuello y espalda, que, por cierto, muchas veces decimos que son culpa de una mala postura al dormir o incluso del colchón. Déjame decirte que, debes analizar detalladamente la interacción que tienes con tu teléfono, pues este podría ser el causante de muchos de tus males y no tu apreciado colchón como lo piensas.
Todo lo anterior pasa porque al revisar el móvil, seguramente estás sentado y ahí adoptas una postura de hombros encogidos, lo que, además vicia tu postura. Y ni hablar de la vista cansada, borrosa y ojos irritados debido a la exposición constante a esta fuente luminosa.
Por otra parte, una de las consecuencias indirectas, por ejemplo, podría llevarte incluso a la muerte y tiene que ver con el trastorno de la concentración.
Por lo anterior Thebault comenta:
“Aunque suena menos grave que un síndrome del túnel carpiano, en realidad podría ser peor. Cuando alguien se ensimisma en la pantalla de su móvil puede cruzar una calle sin reparar en que un auto puede atropellarlo. Y ahí podría no haber vuelta atrás”.
Finalmente, el experto recomienda estar muy atentos a las señales y dolores que el cuerpo manifiesta. La clave podría estar en hacer un alto en el camino por unas cuantas horas y conectarse con el mundo tridimensional, eso no estaría mal de vez en cuando.