La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como NASA por su sigla en inglés, ha llevado adelante el impacto de un asteroide con una nave espacial. El choque fue el lunes en la noche y tuvo como intención, por parte de la agencia, la de corroborar el cambio de órbita de un cuerpo celeste. De esta manera, se analizarán posibles escenarios ante la posibilidad que en algún futuro, cercano o no, se pueda estar repitiendo con el planeta Tierra como protagonista.
La nave espacial DART viajó hasta encontrarse con el asteroide Dimorphos, en un evento que se transmitió en directo hacia la NASA. Además, se encontraba en cercanía de Didymos, de mayor tamaño, y que serviría para comparar lo que se pretendía desde la Agencia Central norteamericana. DART viajó a una velocidad que superó los 22 mil kilómetros por hora. Se pudo observar la superficie rugosa de Didymos mientras empezaban a cruzarse “cantos rodados” delante de la pantalla. Finalmente, la pantalla se iluminó de un rojo brillante hasta que se perdió la señal, la nave espacial había llegado al destino marcado.
La NASA y un análisis no ficcionado
Elena Adams, ingeniera de sistema de la misión DART, planteó que “este asteroide entraba en el campo de visión por primera vez, realmente no teníamos idea de qué esperar”. Adams no dejó de reconocer que “realmente no sabíamos la forma del asteroide, pero sabíamos dónde íbamos a impactar”. La sala de operaciones de la misión atravesó un momento de máxima tensión hasta que se alcanzó el desenlace esperado. Allí se explotó en un grito de júbilo, ahora es momento de analizar los datos recogidos.
Los telescopios del mundo, y hasta algunos espaciales, estaban direccionados hacia la escena de la colisión. Los ojos se centraron en ese instante del impacto de DART contra Dimorphos. El choque tenía una finalidad práctica en materia de defensa planetaria, al estilo de la película Armageddon. La finalidad es analizar el comportamiento de estos cuerpos al momento de encontrarse con un objeto y cómo se verá redireccionado del camino inicial, pensando en nuestro planeta.
Lori Glaze, directora de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, comentó una vez registrado el impacto que “nos estamos embarcando en una nueva era de la humanidad, una era en la que potencialmente tenemos la capacidad de protegernos de algo como el peligroso impacto de un asteroide peligroso”. Glaze resaltó que “nunca antes habíamos tenido esa capacidad”.
Pruebas sin peligro
Lo primero que debe quedar en claro es que ni Didymos ni Dimorphos están representando algún tipo de peligro para la Tierra. Es más, la NASA dejó bien en claro que, actualmente, no se encuentran ningún tipo de asteroide siendo una amenaza certera para nuestro planeta. Sin embargo, la agencia ha decidido empezar a prepararse en el largo plazo. Este trabajo está pensado en la posibilidad que, algún día, se deba trabajar en opciones de este tipo para evitar una catástrofe que ponga la vida de la humanidad en riesgo.