El Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD) cambió la forma de trabajo de las empresas. Sin embargo, a unos cuatro años de su puesta en marcha hay un importante retraso en la limpieza de Big Tech. NOYB, una organización sin fines de lucro de derechos de datos, lleva casi 200 días desde que presentó sus primeras quejas a la entidad reguladora europea.
Los mayores descontentos se centran en compañías como WhatsApp, Facebook, Google o Instagram. Particularmente, porque las mismas han obligado a las personas a entregar sus datos personales sin contar con un consentimiento adecuado. Este planteamiento fue realizado por Romain Robert, director de programas de NYOB. Desde el 28 de mayo de 2018, cuando entró en vigencia el RGPD, se han reforzado los derechos de privacidad para más de 740 millones de europeos.
RGPD y su aplicación
Desde que entró en vigor el reglamento, todos los reguladores de datos se han encargado de hacer cumplir la ley. Para ello, se han esforzado en actuar con rapidez ante las quejas de diferentes empresas tecnológicas. La publicidad en línea es la que ha tenido mayor cantidad de casos pendientes de resolución.
Aunque hubo una mejora sustancial con el RGPD, en materia de derechos de privacidad, no han tenido solución los peores problemas. Aquí es necesario poner el ojo en los intermediarios de datos que almacenan información. Luego viene la parte de la comercialización de la misma, allí la industria publicitaria sigue ejerciendo miles de abusos.
Muchos grupos de la sociedad civil se han visto frustrados con las limitaciones de RGPD. En este punto, los reguladores, en diferentes países, han presentado su descontento con el sistema de manejo de las quejas internacionales y el retraso de la aplicación.