Todos hemos estado en esa situación incómoda: estás esperando en la fila de la cafetería, pero te das cuenta de que olvidaste llevar tu taza de viaje. Te debates entre comprar otra taza reutilizable o conformarte con un vaso de papel y sentir ese sentimiento de culpa por generar más desechos. Pero aquí llega una buena noticia: la empresa GaeaStar ofrece una alternativa ecológica para los consumidores. Se trata de una taza de arcilla, entre desechable y reutilizable, que no contiene plástico ni papel.
La alternativa ecológica intermedia que necesitabas
Básicamente este desarrollo es una taza semireutilizable. Son vasijas de barro impresas en 3D, inspiradas en los vasos desechables de barro utilizados tradicionalmente en el sur de Asia.
En este sentido, Sanjeev Mankotia, fundador de GaeaStar, comentó que:
“Nos acercamos al cliente en su contexto. Muchas personas tienen tazas reutilizables, pero puede resultar incómodo llevarlas consigo, por lo que a menudo optan por la opción desechable. Con nuestro producto, tienes la posibilidad de reutilizarlo, pero si decides desecharlo, está todo bien”.
Para reforzar esta idea, los materiales promocionales de GaeaStar muestran a personas desmoronando los restos rotos de una copa de arcilla en sus jardines. Esto refleja la idea de que un producto que se degrada con el tiempo no genera tanta preocupación como aquellos que se convierten en microplásticos.
Rescatando tradiciones locales con un toque moderno
La inspiración detrás de las tazas impresas en 3D de GaeaStar proviene de los vasos de arcilla desechables utilizados en todo el sur de Asia, conocidos como kulhars o bhars. Estos vasos se elaboran a mano con arcilla, a menudo extraída del río Ganges. La mayoría se fabrican en un radio cercano al lugar de venta, un enfoque circular que GaeaStar busca emular.
Mankotia afirma que la empresa no tiene intención de convertirse en una mega fábrica que produzca miles de tazas al día. Su visión es mucho más modesta: establecer “microfábricas” a escala local, empleando mano de obra y materiales locales para crear y distribuir las tazas en las cafeterías cercanas.
Actualmente, hay una microfábrica en San Francisco que abastece a un café local y otra en Alemania que provee a ViCafe en Zurich, Suiza. Esta es la primera vez que los amantes del café en Estados Unidos pueden obtener estas tazas de arcilla, y se trata de un experimento para GaeaStar.
Imagen cortesía de gaeastar.com, a quien pertenecen todos los derechos.
Cabe resaltar que los comentarios de los clientes ya han influenciado cambios en el pasado. Inicialmente, las tazas eran más delgadas, pero algunos usuarios se quejaron de su fragilidad. Además, al principio no estaban esmaltadas como los kulhars originales que las inspiraron. Sin embargo, ante la demanda de reutilización, GaeaStar comenzó a utilizar un esmalte a base de cuarzo en el interior para garantizar su seguridad y durabilidad.
Adicionalmente, hay que decir que aunque están impresas en 3D utilizando un molde giratorio, cada taza de arcilla de GaeaStar es única de una manera que evoca la sensación de ser hecha a mano. Al pasar el dedo por el borde, se pueden sentir pequeñas protuberancias e imperfecciones. El interior áspero de la taza difiere de una a otra, con marcas donde la arcilla húmeda presionó contra el molde y pequeñas crestas en la base donde el molde se separó. Asimismo, las estrías en el exterior revelan el proceso de fabricación capa por capa de la impresora 3D.
Una historia en cada taza
Por otra parte, es importante mencionar que cada taza de arcilla cuenta una historia a través de las marcas de herramientas, aunque las herramientas utilizadas sean nuevas. El proceso de creación es similar al de las tazas hechas a mano tradicionalmente. La arcilla húmeda se toma de la tierra, se seca, se muele hasta convertirla en polvo y se rehidrata para darle la consistencia deseada. Luego se da forma, se glasea y se cuece.
En India, más de 3 millones de alfareros continúan estas tradiciones, fabricando productos como los kulhars y bhars que inspiraron las tazas de GaeaStar. Sin embargo, la competencia de vasos de papel y plástico ha amenazado sus medios de vida. A nivel local y estatal, se están realizando esfuerzos para promover el uso de las vasijas de barro tradicionales en lugar de alternativas más económicas y ambientalmente problemáticas.
Finalmente, hay que decir que aunque las tazas de arcilla no son una solución perfecta, representan un compromiso hacia la sostenibilidad en un mundo donde la elección suele ser entre el mal menor. Elegir productos con menor impacto ambiental puede ser nuestra mejor opción en un esfuerzo por reducir nuestra huella ecológica.
