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La inteligencia artificial de segunda generación, lo que nos promete, pero también lo que nos preocupa

Una de las tendencias más destacadas del CES 2019 en Las Vegas, EE. UU., fue la inteligencia artificial de segunda generación. Aunque la inteligencia artificial (IA) no es un término nuevo, los avances en esta tecnología continúan sorprendiendo. Sin embargo, también plantean preguntas cruciales sobre la protección de la información personal en un futuro donde la IA ejecutará muchas tareas que actualmente realizamos los seres humanos.

La inteligencia artificial de segunda generación, lo que nos promete, pero también lo que nos preocupa

¿Qué es la inteligencia artificial de segunda generación?

La inteligencia artificial de segunda generación no solo obedece órdenes, sino que también entiende lo que el usuario necesita. Este tipo de IA representa un avance significativo en comparación con sus predecesoras. Los dispositivos equipados con esta tecnología serán capaces de interpretar y anticipar las necesidades del usuario, ofreciendo una interacción más intuitiva y personalizada.

Ejemplos prácticos de IA avanzada

Panasonic presentó prototipos innovadores en el CES 2019, como el vehículo Space L., previsto para entrar en funcionamiento en 2030. Este vehículo cuenta con materiales táctiles que se convierten en controles y pantallas con sensores que monitorean el estado del usuario. Por ejemplo, si detecta un ritmo cardíaco acelerado o presión alta, el sistema puede reproducir música relajante, ajustar la iluminación y emitir aromas para calmar al usuario.

Hiperconectividad y riesgos de seguridad

La hiperconectividad promete mejorar la calidad de vida y ahorrar tiempo, pero también plantea riesgos en términos de seguridad digital. En un entorno donde los dispositivos inteligentes están conectados entre sí, estos necesitarán información relevante sobre el usuario, lo que podría comprometer la privacidad.

Kenneth Hong, director global de comunicaciones de LG, subrayó que no es posible tener privacidad completa junto con funcionalidades inteligentes en los dispositivos. Un ejemplo ilustrativo es una lavadora inteligente que necesita estar conectada al calendario del usuario para pronosticar cuándo debe ponerse en funcionamiento. Este tipo de conexión requiere acceso a datos personales, lo que aumenta el riesgo de seguridad.

Responsabilidad en la protección de datos

La solución para proteger los datos personales recae tanto en las empresas como en los usuarios. Las empresas deben implementar sistemas de seguridad robustos, mientras que los consumidores deben ser más conscientes de la información que comparten. Es crucial medir cuánta información se ofrece, con qué propósito y en qué momento.

Hong enfatizó la importancia de que los consumidores sean más inteligentes y selectivos con la información que comparten. Acciones básicas, como desactivar la geolocalización en ciertas situaciones, pueden ayudar significativamente a proteger la información personal y la seguridad.

Preparación para el futuro de la IA

No es cuestión de preocuparse por los efectos negativos de la inteligencia artificial de segunda generación, sino de prepararse adecuadamente para el futuro. La adopción de esta tecnología es inevitable para quienes deseen aprovechar sus beneficios. Es fundamental entender y aceptar los cambios que la IA traerá a nuestras vidas, así como aprender a manejar de manera inteligente nuestra privacidad y seguridad.

Conclusión

La inteligencia artificial de segunda generación representa un avance impresionante en la tecnología, prometiendo una interacción más intuitiva y personalizada con los dispositivos. Sin embargo, también plantea desafíos significativos en términos de seguridad y privacidad de los datos personales.

Es responsabilidad tanto de las empresas como de los usuarios proteger la información sensible, implementando medidas de seguridad robustas y siendo conscientes de la información que se comparte. Prepararse para estos cambios y adoptar prácticas seguras ayudará a maximizar los beneficios de la IA mientras se minimizan los riesgos. La inteligencia artificial de segunda generación no solo cambiará la forma en que interactuamos con la tecnología, sino que también requerirá un enfoque renovado hacia la protección de nuestra información personal.