La rutina parece que sigue latente en el siglo XXI y que la idea de sobreempleo mantiene su presencia muy fuerte tras la pandemia. De todas formas, este concepto cuenta con una filosofía que subyace además una crítica con el trabajo. Tras la crisis que generó el coronavirus, en el ámbito laboral, se abrió la puerta para el multiempleo. Muchas personas cuentan con un segundo o tercer trabajo en la actualidad, por fuera del que nos mantienen dentro del formalismo del sistema.
Trabajar desde el hogar ha producido que muchas personas lleven adelante múltiples tareas, en algunos casos por la tan mentada independencia financiera. Ocupar varios puestos a la vez, por alcanzar determinados logros, no es algo propio de este siglo, pero se viene enmarcando como una solución para el agotamiento. La doble función, con dos computadoras y dos teléfonos, lleva a un exceso de trabajo, pero que se viene señalando positivo. Aunque puede ser un experimento o, como se ha sabido señalar por quienes lo practican como algo “temporario”, los ingresos que se generan van llevando a que luego este doble trabajo no se abandone.
El sobreempleo o multiempleo
En general, los “sobreempleados” llevan esta múltiple vida laboral en secreto. El trabajo remoto, por la pandemia de Covid-19, produjo esta posibilidad de hacer varias actividades desde nuestros hogares. Ahora, con el paso del tiempo comienza a ver la luz esta problemática. Miles de trabajadores, en todo el mundo, se han sumado a esta corriente de “descansar” con el exceso laboral. Varias son las redes sociales que cuentan con la etiqueta #overused para que sus usuarios puedan contar su experiencia.
Para muchos es una novedad el exceso de empleo, particularmente porque cada vez se profundiza más en las comunidades y dentro de las familias. Todo parece indicar que los “sobreempleados”, a primera vista, se encuentran resistiendo toda reacción contra la cultura de adoptar cada vez más trabajo. En muchos puntos, se hacen eco de una antigua conversación sobre el desencanto que las corporaciones vienen teniendo sobre aquellos trabajos que monopolizan a los trabajadores. Particularmente, por quitarles sus derechos, su tiempo y hasta su identidad.
Un futuro complejo
En el encuentro entre millennials y zoomers, también denominada Generación Z, se destacó que suelen tener grandes problemas en el ámbito laboral tradicional. Muchos han visto complicadas sus opciones de salir adelante en el trabajo y hasta en su vida. Actualmente, en los Estados Unidos, hay una inflación que preocupa a estos grupos junto con una escasez de vivienda que es alta para su demanda. La inestabilidad económica que se avecina, según algunos anuncios, ha llevado a replantearse temas laborales.
El sobreempleo es sumamente atractivo para sumar un ingreso extra y estable que sea adicional. El trabajo temporal ya no es tan satisfactorio, en materia de cubrir las necesidades como años atrás. Esta superposición laboral no apunta a la autorrealización personal o la creación de sentido en el trabajo. Las ambiciones profesionales van dando paso a los trabajos adicionales, con otro tipo de obligaciones en sus roles.