La NASA y el Ejército de Estados Unidos están desarrollando un motor de cohete de propulsión nuclear con el objetivo de reducir los tiempos de los viajes y llegar a distancias más largas. El plan es utilizarlo a partir del año 2027 y suponen que va a revolucionar los viajes por el cosmos del futuro.
El proyecto en cuestión es una colaboración entre la NASA y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA). Dicho programa se denomina DRACO (por las siglas Demonstration Rocket for Agile Cislunar Operation, Cohete de Demostración para Operación Cislunar Ágil) y planean aplicarlo en las misiones tripuladas a Marte.
¿Por qué utilizar cohetes de propulsión nuclear?
Este tipo de cohetes tienen muchas ventajas, ya que las naves pueden viajar más rápido y también son más eficientes en el uso del combustible. También aumenta la capacidad de carga de personas y objetos. Se espera que esto permitirá cumplir los objetivos de la Nasa de viajar de la Luna a Marte con misiones tripuladas.
La posibilidad de realizar viajes más rápidos también permite reducir los riesgos de los astronautas. Reducir los tiempos de viaje es algo esencial para viajes largos como los de Marte ya que estos exigen una mayor cantidad de suministros y sistemas más robustos.
Los cohetes de propulsión nuclear también tienen como ventaja una mayor capacidad de carga científica y mayor potencia para instrumentos y herramientas de comunicación.
¿Son seguros los cohetes de propulsión nuclear?
Ante las dudas sobre la utilización de tecnología nuclear, la NASA y DARPA informaron que el cohete será seguro tanto para astronautas como para las personas en tierra. En el caso de los astronautas, la seguridad tiene que ver con que viajes más rápidos hace que estén menos tiempo expuestos a los rayos cósmicos que son muy dañinos.
Además de esto, hay que destacar que los sistemas nucleares de los motores de estos cohetes no se utilizarían en el lanzamiento. Su funcionamiento será de tipo híbrido, ya que serán cohetes químicos los que harán despegar la nave. Los motores de propulsión nuclear entrarían recién en funcionamiento cuando cohete el se encuentre a una altitud en el espacio entre las 400 millas (643 kilómetros) y 1300 millas (2092 kilómetros). De esta manera, se garantiza que el material radiactivo no vaya a ingresar a la atmósfera.
El mayor riesgo se encuentra en las pruebas que se hagan del motor en tierra. Para tener mayor seguridad, habrá que construir instalaciones adecuadas o bien modificar las existentes.
La NASA y DARPA ya han colaborado en conjunto anteriormente, por ejemplo, en el cohete Saturno V que fue el que llevó a astronautas a la Luna. En esta ocasión, la NASA será la encargada del desarrollo técnico del motor nuclear, el cual se va a integrar con la nave espacial de DARPA. Finalmente, ambas agencias van a colaborar para el ensamblaje del motor del cohete de propulsión nuclear y su puesta en marcha para el año 2027.
Es de destacar que la NASA cuenta con otros proyectos que involucran tecnologías nucleares para aprovecharlas de diferentes maneras. Se trata de un tipo de tecnología que podría significar un cambio rotundo en la exploración espacial y posibilitaría los viajes tripulados al espacio profundo.